La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a 422 millones de personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero, ¿sabías que esta enfermedad también puede tener un impacto significativo en la salud dental? En esta entrada de blog, exploraremos cómo la diabetes puede influir en la salud bucal y qué medidas se pueden tomar para mantener una sonrisa saludable.
¿Cómo la diabetes afecta a la salud bucal?
La diabetes puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades periodontales, como la periodontitis, hasta tres veces más que en personas sin diabetes. Esta condición provoca una respuesta inflamatoria exagerada ante las bacterias bucales y afecta la capacidad de reparación de los tejidos, lo que puede acelerar la destrucción de las encías y el hueso que sostiene los dientes.
Además, los pacientes diabéticos son más propensos a experimentar sequedad bucal, lo que puede aumentar el riesgo de caries, inflamación de encías e infecciones por hongos debido a la proliferación bacteriana en ausencia de saliva.
Impacto de las enfermedades periodontales en la diabetes
Las enfermedades periodontales también pueden afectar negativamente el control de la glucemia en pacientes diabéticos. Esto se debe a que las infecciones bucales pueden aumentar la resistencia a la insulina y dificultar el control de los niveles de azúcar en sangre, lo que a su vez aumenta el riesgo de complicaciones asociadas a la diabetes, como enfermedades renales y cardiovasculares.
Consejos para pacientes diabéticos
Si eres diabético, es crucial que cuides tu salud dental de manera especial. Aquí tienes algunos consejos para mantener una buena salud bucal:
Evita el tabaco. Fumar aumenta significativamente el riesgo de enfermedad periodontal en pacientes diabéticos y dificulta su tratamiento.
Controla tus niveles de azúcar. Mantener un buen control de la glucosa en sangre puede ayudar a prevenir enfermedades periodontales y otras complicaciones dentales.
Programa revisiones dentales regulares. Visita a tu dentista al menos cada seis meses para realizar chequeos de rutina y detectar cualquier problema a tiempo.
Realiza revisiones diarias en casa. Inspecciona tu boca diariamente en busca de signos de inflamación, sangrado o cualquier otro síntoma de enfermedad bucal.
Hidratación constante. Beber mucha agua puede ayudar a combatir la sequedad bucal, reduciendo así el riesgo de enfermedades dentales.
Mantén una buena higiene bucal. Cepíllate los dientes al menos dos veces al día, utiliza hilo dental y enjuague bucal, y evita el uso de cepillos duros que puedan dañar las encías.
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